
Este material, formado por una única capa de átomos de carbono, deslumbra por sus potenciales aplicaciones: futuros ordenadores más eficaces que los actuales, pantallas electrónicas flexibles, paneles solares y un larguísimo etcétera. ,
Éste ha sido obtenido con un procedimiento experimental conceptualmente muy simple: sustrayendo, con cinta adhesiva, láminas sucesivas de un bloque de grafito, el material del que están hechas las puntas de los lápices.
Se trata de un material de átomos de carbono en una configuración plana, -un material bidimensional cristalino, dice la Fundación Nobel- del grosor de un solo átomo. En comparación, un milímetro de grafito está formado por tres millones de capas de grafeno una encima de otra.